jueves, 18 de junio de 2009

3.10 Los Escogidos, Seleccion Arbitraria?

La “Elección de la gracia,” es un tema un poco controversial en el Cristianismo. Algunas tradiciones creen y enseñan que el Todopoderoso ha elegido algunos individuos para perderse y a otros para salvarse. En cierta manera esto es verdad, sin embargo el panorama balanceado de este asunto, enseñado en las Escrituras, reconoce la soberanía del Todopoderoso mientras, que al mismo tiempo, demuestra el don del libre albedrío con el que todos los seres inteligentes fueron creados.

La pregunta que surge cuando se habla al respecto de la elección de la gracia y la palabra clave, que se encuentra en la Biblia, “predestinado” es, “¿Se escoge arbitrariamente a algunos seres humanos para la salvación o la perdición? Aunque existe una elección, como veremos a continuación, la Biblia también refuta decididamente la idea de que Yahweh escoge a ciertos hombres para la destrucción aun antes de su nacimiento.

Un versículo que frecuentemente es usado para apoyar un destino arbitrario para ciertos humanos en cuanto a la salvación o la condenación es: “Como está escrito: ‘A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí.’”(Rom 9:13) Algunos toman este versículo, y otros pasajes en Romanos 9, para indicar que JAH ha seleccionado a algunos individuos antes de su nacimiento para ser salvos o perderse. Este no es el caso. El capitulo noveno de la epístola de Pablo a los Romanos no esta refiriéndose en absoluto sobre individuos sino sobre naciones. El Todopoderoso nunca dijo (no esta “escrito”) sobre Jacob o Esaú, como individuos, que El amaba uno y odiaba al otro...Pablo no esta citando aquí sobre Génesis sino sobre el Libro de Malaquías, el cual registra una conversación teórica entre Yahweh e Israel: “Yo os he amado, dice Yahweh; y dijisteis: ¿En qué nos amaste? ¿No era Esaú hermano de Jacob? dice Jehová. Y amé a Jacob, y a Esaú aborrecí, y convertí sus montes en desolación, y abandoné su heredad para los chacales del desierto.” (Mal 1:2-3)

El contexto revela que el objetivo del pasaje en Malaquías se refería a la nación de Israel (nombrada por Jacob) y a la nación de Edom (el terreno de Esaú). De cierta manera los antepasados, Jacob y Esaú, de estas naciones transfieren sus caracteres a sus descendientes (pueblo) y esta es la razón de porque una nación fue aceptada y la otra rechazada. Los individuos en si fueron escogidos o rechazados en base a su respuesta de la gracia ofrecida, y leemos que Esaú perdió su lote terrenal, un símbolo de la herencia Celestial, porque fue una “persona profana” que se intereso mas sobre las dignidades de esta vida que en el honor del sacerdocio. (Hebreos 12:16)

La palabra “predestinado” figura frecuentemente en una epístola de Pablo. Leemos, “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado.

“En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad.

“Para que en la dispensación del cumplimiento de los tiempos El pudiera reunir todas las cosas en Cristo, las que están en los cielos como en la tierra, en si mismo, en quien tuvimos herencia habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente confiamos en Cristo, en quien vosotros también confiaste, después de haber oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de Su gloria.” (Efesios 1:3-14)

Claramente, en ese extenso pasaje Pablo esta enfocándose primeramente en el concepto de que la salvación es iniciada por Yahweh, y no en la mente o corazón de cualquier ser humano. El muestra sencillamente que los hombres son salvados al ser instigados por el Creador, y no por los meritos de cualquier humano. Los hombres son “escogidos” desde la fundación del mundo... pero la pregunta es, “¿Porque algunos hombres son escogidos y otros son rechazados?”

Aquellos que creen en una predestinación absoluta, como el Calvinismo, dicen que Dios elige a ciertos individuos en base a ciertos criterios que desconocemos, o en ningún criterio en absoluto; El simplemente señala y dice, “Ese será salvo.” Esto no es lo que la Biblia enseña. Aunque las palabras de Pablo ciertamente son profundas, no están en conflicto con otros pasajes que nos dicen que somos escogidos (por el don de la gracia) para servir al Todopoderoso. La raza humana esta “totalmente depravada,” como lo declara la frase Calvinista, y es por esta razón que un factor adicional – la gracia – debe proveérsele a los hombres para que tengan la esperanza de entrar al Cielo. Así como Josue le dijo a los Israelitas, “escoged hoy a quién serviréis.” Todo libro de la Biblia le provee a los hombres una elección moral, ya este explícitamente escrita o insinuada por el contenido. Cristo nos enseño a “hacernos tesoros en el Cielo,” porque “ninguno hombre puede servir a dos señores.” (Mat 6:20,24) las opciones son el espíritu o la carne.

Se dice que Yahweh “predestina” aquellos que El “prevé.” (Rom 8:29 – inexactamente traducido como “conoce”) El Todopoderoso sabe con anticipación quien será salvo y quien se perderá; en ningún lugar de la Biblia se dice que El predestina aquellos que El “pre-salva,” o “pre-selecciona.” La selección en si ( “predetermino antes” en 1 Cor 2:7) se basa sobre Su conocimiento y no sobre Su actividad. Pablo mismo nos dice en Efesios 1, que aquellos que son selectos son aquellos quienes escucharon la palabra y creyeron. Estos son los que Yahweh exitosamente atrae a si mismo, esta es la clave, pero Su intención es atraer a todos. El “no quiere que ninguno perezca,” (2 Pedro 3:9) y “quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1 Tim 2:4)

Estos pasajes no solo se refieren a los santos sino también a los impíos (2 Pedro 3:7) El propósito de Cristo en su sacrificio era “atraer a todos” hacia El; (Juan 12:32) y nuevamente repetimos que esto no era solamente para los escogidos sino para todos los presentes, aun aquellos que no entendieron Su ministerio ni su obra. (ver. 29)

Esencialmente, la elección de la gracia no se basa sobre ningún principio divino que la mente humana no pueda comprender, de lo contrario el vasto numero de lecciones morales e instrucciones para rechazar el mal y elegir la justicia serian insignificantes. El apóstol Pedro nos dice con terminología clara que la elección no es arbitraria, porque el nos da claras instrucciones, diciendo, “Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas [descritas en el pasaje anterior], no caeréis jamás.” (2 Pedro 1:10)

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